Dietrich Bonhoeffer

Dietrich Bonhoeffer (4 de febrero de 19069 de abril de 1945) fue un líder religioso alemán que partícipó en el movimiento de resistencia contra el nazismo. Bonhoeffer, pastor y teólogo luterano, fue arrestado y encarcelado. Acusado luego de formar parte, mientras estaba preso, en los complots planeados por miembros de la Abwehr (Oficina de Inteligencia Militar) para asesinar a Adolf Hitler, fue finalmente colgado tras el fallido intento de asesinato del 20 de julio de 1944.

Biografía - Periodo de Formación [editar]

Bonhoeffer nació en Breslau, Alemania (hoy Wroc?aw, Polonia) en el seno de una familia de la alta burgesía prusiana. Su padre era profesor de psiquiatría y neurología en Berlín; y su madre, descendiente de teólogos y artístas, tomó la educación de sus hijos. El teólogo Adolf von Harnack era vecino de ellos. Dietrich, a los 8 años de edad, vive los horrores de la Primera Guerra Mundial, en la que muerte uno de sus hermanos y 3 primos.

"La Iglesia permanecía muda, cuando tenía que haber gritado... La Iglesia reconoce haber sido testigo del abuso de la violencia brutal, del sufrimiento físico y psíquico de un sinfín de inocentes, de la opresión, el odio y el homicidio, sin haber alzado su voz por ellos, sin haber encontrado los medios de acudir en su ayuda. Es culpable de las vidas de los hermanos más débiles e indefensos de Jesucristo." Dietrich Bonhoeffer

A los 17 años comienza sus estudios de teología en la Universidad de Tubinga, y 2 años después los continúa en la Universidad de Berlin. En 1927, a la edad de 21 años, se doctoró con la tesis Sanctorum Communio, la que el teólogo Karl Barth consideró como un milagro teológico. [1]

Se traslada a Barcelona, para asumir la vicaría de la Iglesia Luterana en Barcelona, posteriormente se devuelve a Berlin, y presenta en 1930 su tesis de habilitación titulada Akt und Sein - Traszendentalphilosophie und Ontologie in del systematischen Theologie. Como aún era muy joven para ser ordenado, aprovecha de viajar en ese año a Nueva York para tomar algunos cursos de especialización en el Union Theological Seminary. Finalmente el 11 de noviembre de 1931, a la edad de 25 años, es ordenado de pastor luterano.

Resistencia contra el nazismo [editar]

En la Universidad de Berlin enseñó Teología y escribió varios libros. Opuesto firmemente al nazismo y a la claudicación de las iglesias alemanas frente a Hitler, se vio implicado, junto con Karl Barth, Martin Niemöller y otros, en el establecimiento de la Bekennende Kirche (Iglesia Confesante o Iglesia de la Confesión, de teología luterana pero no oficial). En abril de 1933, en una conferencia ante los pastores berlineses, Bonhoeffer insistió en que la resistencia política se hacía imprescindible. Entre finales de 1933 y 1935 sirvió como pastor de dos iglesias germanófonas protestantes en Londres.

Volvió a Alemania para encabezar un seminario ilegal para pastores de la Iglesia de la Confesión, en Finkenwalde. La Gestapo clausuró el seminario en 1937 y le prohibió predicar, enseñar y finalmente hablar lo más mínimo en público. El seminario funcionó entonces en el estadio von Blumenthal de Gross Schlönwitz, pero fue nuevamente cerrado el estallar la guerra. La resistencia, con la que colaboraba Bonhoeffer, era activa desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Durante este periodo, Bonhoeffer mantuvo estrechos contactos con Carl Friedrich Goerdeler y trabajó mano a mano con numerosos opositores a Hitler.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Bonhoeffer desempeñó un papel clave de acaudillamiento en la Iglesia de la Confesión, que se oponía a las políticas antisemitas de Hitler. Estaba entre aquéllos que apelaban a la abierta resistencia de la iglesia al tratamiento que Hitler daba a los judíos. Aunque la Iglesia de la Confesión no era grande, representaba un foco considerable de oposición cristiana al régimen nazi en Alemania.

En 1939 se unió a un grupo clandestino de la resistencia, que incluía militares de alto rango con base en Abwehr, u Oficina de Inteligencia Militar, quienes, encabezados por el almirante Wilhelm Canaris, querían derrocar el régimen nacionalsocialista de Hitler. Lo arrestaron en abril de 1943, después de que condujera hacia él el dinero del Proyecto 7, usado para ayudar a escapar a judíos a Suiza. Fue acusado de conspiración y encarcelado en la cárcel de Tegel, en Berlín, durante un año y medio.

Tras el complot infructuoso del 20 de julio de 1944, Bonhoeffer fue sindicado de complicidad por sus conexiones con los conspiradores, algunos de los cuales eran familiares suyos, como su tío, el comandante de la ciudad de Berlín, Paul von Hase. Lo trasladaron a una serie de prisiones y campos de concentración, terminando en Flossenbürg. Ahí, Dietrich Bonhoeffer fue ahorcado, en el amanecer del 9 de abril de 1945, justo tres semanas antes de la liberación de la ciudad. También fueron ahorcados por participar en la conspiración su hermano Klaus y sus cuñados Hans von Dohnanyi y Rüdiger Schleicher. Los cuatro hombres fueron obligados a acudir totalmente desnudos al patíbulo.

Legado [editar]

Monumento a Bonhoeffer en Wroc?aw (Breslau)

Bonhoeffer es considerado mártir por su fe; fue absuelto de cualquier crimen por el gobierno alemán a mediados de los 90. El calendario de la Iglesia Episcopal en los Estados Unidos de América lo recuerda el 9 de abril, fecha de su martirio.

Una frase muy citada de uno de sus libros más leídos, «Seguimiento» («El costo de ser discípulo» o «El precio de la gracia», 1937), prefiguraba su muerte. «Cuando Cristo llama a un hombre, le ofrece a venir y morir». Sus libros «Ética» (1949) y «Resistencia y Sumisión. Cartas y apuntes desde el cautiverio» (1951) fueron publicados póstumamente. «Cartas de amor desde la prisión» recogió la correspondencia con su novia, Maria von Wedemeyer.

Se ha debatido si hubo razones teológicas y políticas detrás de un supuesto cambio desde su pacifismo cristiano, que expuso a mediados de los años 30, hasta su pretendida participación en el plan de magnicidio de Hitler, según la acusación de sus verdugos. En realidad había pasado más de un año desde el encarcelamiento de Bonhoeffer, cuando algunos de los resistentes atentaron contra el Führer, sin que pueda probarse de ninguna manera que Bonhoeffer haya participado en el violento plan de los resistentes militares.

De la galería de «Mártires del siglo 20» en la Abadía de Westminster: Madre Isabel de Rusia, Martin Luther King, el arzobispo Óscar Romero, y el Pastor Dietrich Bonhoeffer

Las cartas y papeles de Bonhoeffer desde la cárcel incluían sentencias vagas que han intrigado a muchos teólogos, incluyendo una referencia a un «cristianismo sin religión». Decía, «Jesús nos llamó, no a una nueva religión, sino a una nueva vida». Estas ideas han estimulado un movimiento teológico cristiano etiquetado como «Teología Secular» popularizado por el libro de Harvey Cox, «La Ciudad Secular». Los teólogos cristianos desde Bonhoeffer han hecho hincapié en cómo construir una teología para lo que Bonhoeffer llamó «un mundo mayor de edad», un mundo que desde la época del renacimiento ha ido dejando su adolescencia.

El obispo anglicano J.A.T. Robinson, refiriéndose a sus cartas desde la prisión, decía que Bonhoeffer estaba muy adelantado para su tiempo, y que posiblemente lo que escribió no se entienda apropiadamente de aquí a cien años. Varios libros han ayudado para acortar este trecho, entre ellos el del propio Robinson titulado «Sinceros para con Dios».

Bonhoeffer es uno de los pocos teólogos reivindicados tanto por cristianos liberales como por conservadores. Fue además una personalidad de resonancia ecuménica. El teólogo y sacerdote jesuita español José Joaquín Alemany (1937-2001), quien fue en su tiempo el mayor conocedor y divulgador hispanoamericano de la vida y obra de este teólogo luterano, dice que Bonhoeffer ha sido una figura de gran importancia de la cual se han enriquecido de su acción y de su obra cristianos más allá de todas las fronteras confesionales. También el papa Pablo VI se refería a Bonhoeffer como una personalidad hondamente cristiana y cuya definición «Jesús, hombre para los demás» es válida para nuestro tiempo.

Se acepta universalmente que, con su muerte, el mundo perdió una de las mentes teológicas más profundas.

Referencias [editar]

  1. Robertson, E. H. Dietrich Bonhoeffer. Introducción a su pensamiento teológico, Editorial Mundo Hispano, El Paso (Texas), 1975, pág. 17.
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