Historia de la Alianza Cristiana y Misioner
La Alianza Cristiana y Misionera (ACyM) es una alianza de cristianos evangélicos, unidos en iglesias locales, dedicados a cumplir la "Gran Comisión" (S. Mateo 28,16-20; S. Marcos 16,14-18; S. Lucas 24,44-49; S. Juan 20,19-23 y Hechos 1,4-8) entregada por Jesucristo a sus seguidores:
Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles todas las cosas que os he mandado a ustedes. (S. Mateo 28,19-20 NIV).
Fue fundada por el pastor presbiteriano de origen canadiense Albert Benjamin Simpson en 1887 (con la forma de dos sociedades misioneras: "The Christian Alliance" y "The Evangelical Missionary Alliance", más tarde "The International Missionary Alliance), evidentemente no como una denominación, sino que para organizar la movilización de cristianos en general al trabajo misionero en el extranjero (específicamente fuera de los Estados Unidos de América). No fue sino hasta mediados del Siglo XX cuando se convirtió oficialmente en una denominación.
En los Estados Unidos de América existen alrededor de 2.000 iglesias aliancistas, con más de 420.000 miembros activos. En Canadá, hay unas 440 iglesias, con más de 120.000 miembros. En América Latina existen alrededor de 1.560 iglesias y más de 520.000 miembros activos. En el mundo entero la alianza suma más de 12 millones de miembros, y está presente en más de 90 países.[1]
Antaño, las oficinas principales (administrativas) de la ACyM estuvieron en Nyack (Nueva York), donde Simpson fundó el Instituto de Entrenamiento Misionero (ahora Nyack College). Las oficinas centrales de la ACyM se trasladaron posteriormente a Colorado Springs (Colorado). El Dr. Gary Benedict es el presidente electo de la ACyM para el año 2007.
Historia de la ACyM [editar]
En 1881, el pastor de la Iglesia Presbiteriana de la Calle 13ª, en New York, Albert Benjamin Simpson, dimitió a su cargo para dedicarse "a las masas rechazadas y sin iglesia", para ello, organizó un instituto de entrenamiento misionero y un centro de evangelización (el Missionary Training Institute y el New York Gospel Tabernacle), publicó asimismo una revista para difundir su mensaje, "The Word, The Work, and The World" (hoy conocida como Alliance Life). Para 1884, Simpson y sus seguidores fueron capaces de financiar el envío de 5 misioneros al Congo (actual República Democrática del Congo).
El año 1887 vería la fundación de las dos sociedades misioneras que luego se convertirían en la ACyM, movilizando a creyentes evangélico-protestantes hacia la fundación de iglesias fuera de los países ya evangelizados (desde el punto de vista protestante), señalaba Simpson: “para llevar la Biblia entera el mundo entero”. Simpson creía que una vida "rendida totalmente a Cristo" (una manera evangélica de referirse a la Consagración cristiana) era una en la cual el trabajo evangelizador tenía importancia suprema. Del mismo modo, pensaba que una persona "controlada por el Espíritu Santo" no podía sino implicarse activamente en la misión evangelizadora de la Iglesia, tanto en ultramar como en el propio país.
En 1888 se inició un exitoso trabajo misionero en China. Luego arribarían misioneros al Japón (1891), India (1893), Venezuela (1895), Argentina, Chile y Ecuador (1897). Ese mismo último año, la Alianza Cristiana y Misionera estrenaría su nombre ante la fusión de las dos sociedades misioneras anteriores.
La Rebelión de los Bóxers (1900) provocaría los primeros mártires de la ACyM, 19 misioneros de nacionalidad sueca y sus 13 niños fueron asesinados. No obstante, las misiones seguirían aumentando: Puerto Rico (1900), Sudán (1901), Filipinas (1902), Vietnam (1911) y Guinea (1919)
Simpson nunca quiso establecer una nueva iglesia, y al año de su muerte, 1919, su amada ACyM aún no lo era, sin embargo, el énfasis "Cristocéntrico" y misionero de su enseñanza ya hacía que muchos de sus seguidores se sintieran incómodos en sus respectivas denominaciones, formándose por ello pequeños grupos de creyentes que por muchos años fueron conocidos como “ramificaciones”, no iglesias. Mientras tanto la ACyM siguió enviando misioneros a los más diversos países del mundo, muchas de esa misiones prosperaron, pero muchas otras también terminaron cerradas, especialmente como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) durante la cual, conocieron la muerte otros diez misioneros aliancistas, entre ellos Robert A. Jaffray, internado en un campo de concentración japonés en Indonesia.
La guerra también truncó el trabajo aliancista en Vietnam, donde, en 1962, desaparecieron los misioneros Archie Mitchell y Ardel Vietti, apresados por el Vietcong junto al misionero Menonita Dan Gerber, en 1968, otros seis misioneros fueron asesinados y la obrera Betty Olsen apresada y luego ejecutada por las fuerzas comunistas.
Hacia mediados de los años setenta, se hizo cada vez más claro que la Alianza Cristiana y Misionera era sin lugar a dudas una nueva denominación. De ese modo se formalizó como iglesia independiente en 1974, formulando sus propias ordenanzas y constitución. En 1975, se organiza igualmente la Confraternidad Mundial Aliancista (Alliance World Fellowship (AWF)).
La ACyM se ha involucrado también en muchos otros tipos de trabajo misionero en la sociedad moderna, tales como: las comunicaciones, el servicio médico, la traducción y la ayuda solidaria al desarrollo económico. Aunque la gran mayoría de los misioneros de la ACyM siguen provieniendo de los Estados Unidos de América, obreros de otras nacionalidades también han sido apoyados por iglesias de sus respectivos países.
Valores aliancistas [editar]
- Gloria a Dios, señalan valorar a Dios por sobre todo y desear que su justicia "brille" en toda la tierra.
- La Biblia, declaran valorar la Palabra de Dios como única regla para la fe y la práctica de los creyentes en todas las cosas.
- La Iglesia, afirman valorar la Iglesia cristiana universal y cada iglesia local en particular como expresión del cuerpo de Cristo.
- La Gran Comisión, proclaman valorar la extensión del discípulado cristiano entre todas las gentes, en obediencia al mandato de Cristo.
- El Espíritu Santo, señalan valorar la dependencia total hacia Dios expresada en la oración intercesora.
El Presidente de la ACyM estadounidense [editar]
El Dr. Gary M. Benedict, presidente del Crown College de St. Bonifacius, Minnesota fue elegido undécimo presidente de la Alianza Cristiana y Misionera (ACyM) en los Estados Unidos de América. Su gobierno de cuatro años comenzó el 1 de agosto de 2005.
Natural de Minnesota, Benedict se graduó en la Universidad Estatal de Iowa (Iowa State University) como Ingeniero Industrial. En 1972 se graduó en la St. Paul Bible College (actualmente parte del Crown College) como Licenciado en Misiones. Después de pastorear iglesias en Nebraska y Wisconsin, regresó al Crown College para servir como Director de Desarrollo (1982-1988). En 1989 fue electo superintendente del Distrito Noroeste de la ACyM norteamericana.
Luego llegó a ser el decimotercer presidente del Crown College en 1997, recibiendo un Doctorado Honoris Causa en Teología del Nyack College de Nueva York. Durante sus ocho años como presidente, la institución educativa incrementó su matrícula en un 60 por ciento.
En 2004 fue electo Vicepresidente corporativo de la ACyM estadounidense, y luego electo para servir como Presidente de la ACyM durante el Consejo General de Cincinnati, Ohio, en 2005.
El Evangelio Cuádruple y el Logo de la AC&M [editar]
Las enseñanzas de Simpson enfatizaron cuatro roles de Cristo que están representados como emblemas en el logo de la AC&M.
Se puede resumir como "Jesucristo es nuestro Salvador, Santificador, Sanador y el Rey que viene".
- La Cruz representa que Cristo es nuestro salvador, Creemos que Jesús es el único camino hacia Dios... "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14,16); "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4,12)
- El Lavacro representa que Cristo es nuestro santificador (sobre el lavacro véase Ex 30:17-21; 38:8). Comúnmente este emblema ha sido confundido con una copa. Creemos en el Espíritu Santo de Dios y en su llenura, único medio por el cual podemos llevar una vida cristiana santa y victoriosa... Jesús dijo: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer." (Juan 15,5); "Como todas las cosas que pertenecen á la vida y á la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud:" (2 Pedro 1,3)
- El Jarro representa que Cristo es nuestro sanador, Creemos que Jesucristo tiene poder para sanar cualquier enfermedad: "Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos." (Marcos 6,56). Con su muerte en la cruz, Jesús proveyó el medio para que todos pudiésemos alcanzar la sanidad de nuestros cuerpos: "... y por su llaga fuimos nosotros curados." (Isaías 53,5). En nuestros días, este poder se sigue manifestando porque "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos." (Hebreos 13,8). Podemos invocar confiadamente su gracia porque: "He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;" (Isaías 59,1).
- La Corona representa a Cristo como nuestro Rey que viene pronto, Creemos en la segunda venida de Jesucristo y en el rapto de la Iglesia. Su venida será antes del milenio y puede ocurrir en cualquier momento. No sabemos el día ni la hora pero el que puede ocurrir en cualquier momento es lo que motiva nuestro esfuerzo misionero. Porque Jesús dijo: "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin." (Mateo 24,14); "Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado á la diestra de la potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo" (Marcos 14,62).
Esta fórmula es compartida también por las Asambleas de Dios y por la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular.
A los cuatro símbolos tradicionales que representan el tema central de la Alianza Cristiana y Misionera, es decir la cruz, la copa, el jarro, y la corona, se une actualmente el globo terráqueo (en el logo oficial de la organización, protegido por Copyright). El globo terráqueo simboliza el propósito de dar cumplimiento a la Gran Comisión. El globo representa nuestra misión en el mundo. El Señor urge a sus seguidores: "de gracia recibisteis, dad de gracia." al mismo tiempo que los envía a predicar su palabra por todo el mundo. Este llamado continuará hasta que el evangelio, mediante los esfuerzos de su Iglesia, haya alcanzado a todas las naciones y él vuelva nuevamente. "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio á todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,14)