Persona sin hogar

Persona sin hogar

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Una persona sin hogar es aquella persona que vive en las calles de las ciudades, y temporalmente en albergues, a causa de una ruptura encadenada, brusca y traumática de sus lazos familiares, sociales y laborales.

El miedo a revivir situaciones traumáticas suele provocar en esta persona rechazo (de distintos grados según la persona) a volver a intentar llevar una vida laboral y a rehacer relaciones familiares y sociales.

También la extrema indigencia a la que le conduce esta situación es un obstáculo para ello.

Persona sin hogar es el nivel máximo de exclusión social y marginación que realiza una sociedad moderna.

Durante la historia, se ha denominado a este grupo de población de muy diversas maneras.

  • Mendigos. Se trata de un concepto que se considera incorrecto, ya que sólo una minoría de estas personas ejerce la mendicidad de forma habitual.
  • Vagabundos. Se considera incorrecto utilizarlo para este grupo ya que muchas de estas personas son más sedentarias que nómadas, es decir, puede permanecer años y décadas en el mismo portal, cajero o rincón.
  • Carrileros. Se refiere a las personas que recorren los carriles y que también vagabundean, no sólo entre las calles, sino entre ciudades. Tampoco es generalizable, aunque haya personas sin hogar que sí cambian de lugar con cierta frecuencia, hay otras muchas que no lo hacen.
  • Transeúntes. Es un término probablemente tan incorrecto como vagabundo. Pone especial énfasis en que la mayoría de las personas sin hogar viven en las calles. No tiene por qué ser así, porque algunas residen en albergues.
  • Indigentes. Es un término demasiado general, ya que indigente también puede ser una persona que viva con su familia en una chabola o una persona inmigrante con un trabajo precario. Un indigente no tiene por qué ver rotos sus lazos familiares y laborales de una forma tan extrema. Además este término suele relacionarse con carencias más materiales, cuando probablemente el problema más subrayado en las personas sin hogar no es la indigencia, sino la falta de autoestima, de voluntad y de relaciones sociales.
  • Sin techo. Es el término más famoso, aunque probablemente no el más correcto. Subraya sobre todo la carencia material de un lugar donde dormir, sin embargo se considera que las personas sin hogar tienen muchas más carencias como son las relaciones familiares, las relaciones sociales y la vida laboral. Además, el concepto "sin techo" también podría englobar a personas tan dispares como los pastores nómadas o cualquier grupo de población que viva a la intemperie.
  • Personas en situación de calle: término utilizado en Chile y el Cono sur de América. Se refiere a las personas que habitan en las calles y transitan desde hospederías y residencias solidarias a la calle y viceversa. Son personas que hacen de la vida en la calle un espacio vital de desarrollo de la identidad. La mayoría de las ONG y el Ministerio de Planificación de Chile utilizan este término.

Buena parte del movimiento asociativo español ha adoptado el término "persona sin hogar" para referirse a ellos porque consideran que la carencia más grande que tienen no sólo es un techo, sino una familia y un trabajo, es decir: un hogar.

Causas [editar]

Una gitana sin hogar y su perro viviendo en las calles de Roma

Se suele incidir en que las razones por las que estas personas se encuentran en esta situación son rupturas de lazos de tres tipos:

  • Ruptura de lazos familiares y personales. No tienen una relación habitual o no mantienen ya ningún contacto con su familia directa e indirecta. Puede deberse a la muerte de uno o varios miembros, a una pelea familiar, a la distancia que les separa, a una adicción, a una enfermedad o trastorno físico o mental, etcétera.
  • Ruptura de lazos laborales. Las personas sin hogar no tienen empleo o no tienen un empleo fijo que les proporcione ingresos estables. Aunque, probablemente, lo tuvieron. Se calcula que un 10% de estas personas tiene incluso estudios universitarios.
  • Ruptura de lazos sociales. La persona sin hogar (antes o después de serlo) puede perder sus amigos o puede tener dificultades institucionales (problemas judiciales o con la policía). Puede ser un proceso gradual o una ruptura brusca porque sus amigos le den la espalda al no aceptar su indigna situación.

En psicología suele denominarse a estos acontecimientos "sucesos vitales estresantes". Se trata de rupturas que pueden y suelen caracterizarse por tres rasgos:

  • Son encadenadas, es decir, una ruptura puede conducir a otra. Por ejemplo, la pérdida del trabajo puede provocar que la persona pierda los lazos familiares o, a la inversa, una fuerte ruptura familiar (por una muerte, una pelea, un maltrato, una adicción) le lleva a la persona a perder también el trabajo por no poder realizarlo correctamente debido a sufrir una profunda depresión.
  • Son traumáticas. Provocan un alto sufrimiento psicológico en la persona, de manera que su voluntad puede verse de tal manera debilitada que no encuentra motivación para volver a rehacer sus lazos y llevar una vida digna. Además, la vida en la calle suele agravar aún más esta apatía.
  • Son bruscas. Puede que la persona haya vivido varios grandes traumas encadenados y alejados en el tiempo durante su vida, pero probablemente uno de ellos le lleva directamente a la calle. Es decir, vivir en la calle no es algo meditado, sino una solución precipitada para alejarse del dolor o la única opción tras ser expulsada de su lugar de residencia habitual.

El perfil de las personas sin hogar [editar]

Por la naturaleza de este problema, resulta muy difícil llevar a cabo investigaciones que consigan abarcar todos los aspectos del problema.

 

Complicaciones [editar]

Persona sin hogar con síndrome de Diógenes en enero de 2006 en Madrid
  • Adicciones. Pueden ser causa, pero también pueden ser consecuencia de la situación. La adicción más extendida entre este grupo de población es al alcohol, pero también pueden darse adicciones a otros tipos de drogas.
  • Problemas de salud.
    • Problemas de salud física. Las condiciones de vida en las que viven pueden llevarles a padecer graves enfermedades. Por ejemplo, muchos soportan largos periodos de malnutrición, hipotermia, no acuden al médico o no tienen dinero para pagar medicamentos y tampoco cuidan o pueden cuidar su higiene. Así podemos encontrar numerosos problemas dentales, heridas infectadas y enfermedades mal curadas y cronificadas.
    • Problemas de salud mental. De igual modo que las adicciones, los problemas de enfermedad mental pueden ser causa o consecuencia de la situación en la que viven las personas sin hogar. La depresión es muy común, pero también hay personas que sufren algún tipo de paranoias, una alta cronificación o institucionalización o el síndrome de Diógenes. Este último probablemente es el más visible, ya que en la memoria de todos encontramos la figura típica de una persona sin hogar que arrastra un carro de la compra cargado con numerosos objetos aparentemente inútiles.

Agresiones [editar]

Al no tener familia, relaciones sociales fuertes y atención por parte de la administración, la situación de desamparo muy extrema. Por esta razón sufren todo tipo de agresiones, como por ejemplo:

  • Agresión física directa. Algunos criminales aprovechan la desprotección que sufren estas personas para robarles y agredirles. En España, el caso más famoso por el momento es el de María del Rosario Endrinal Petit, que murió a los 51 años en un cajero de Barcelona quemada viva a manos de tres jóvenes, uno de ellos menor de edad.
  • Bumvertising. Se trata de una técnica de márketing que consiste en emplear a personas sin hogar para que sostengan carteles publicitarios. La mayoría de las organizaciones critican esta práctica por considerarla un acto peyorativo hacia este colectivo que además atenta contra la dignidad de la persona.

Asistencia y reinserción [editar]

A través de las instituciones públicas, las organizaciones de beneficencia y las ONG, se han dado muchos tipos de atención a este colectivo:

  • Asistencial. Se trata del tipo de ayuda mayoritario y más tradicional. Consiste en proveer servicios a las personas sin hogar como duchas públicas, servicios de lavandería, albergues o comedores sociales por precios muy reducidos o gratuitamente. Si no se preveen otros tipos de programas, esta ayuda es muy criticada ya que se piensa que fomenta la dependencia de estas personas en lugar de ayudarles a lograr su recuperación y su posterior reinserción en la sociedad.
  • Inserción sociolaboral. Consiste en ofrecer un acompañamiento a personas que están en situación de exclusión laboral y social, con el objetivo de incorporarse en el mercado laboral. Tras unos talleres de formación previa, la inserción se desarrolla dentro de un entorno productivo, con funcionamiento de empresa, que resulta educativo para la persona.
  • Prensa social. Su principal objetivo no es la información, sino convertirse en un recurso para colectivos marginados que evite la mendicidad u otros métodos peores de hacerse con dinero como pueden ser la prostitución, la venta ilegal o los robos. Esta prensa es la que vemos distribuirse por la calle y de la que parte del precio de cada ejemplar vendido va destinado al vendedor, que puede ser una persona parada, una toxicómana en proceso de rehabilitación, una persona sin hogar y -últimamente muy habitual- una persona inmigrante. Algunos ejemplos son Milhistorias y la desprestigiada La Farola.
  • Rutas de calor y café. Se trata de salidas nocturnas de voluntarios hacia puntos donde se han localizado previamente a personas sin hogar. El café con leche o el bocadillo que se ofrecen no es más que un pretexto para romper el hielo. El objetivo es romper la incomunicación de la vida de las personas sin hogar y servirles de lazo con los recursos sociales.
  • Otros. También existen talleres literarios, talleres de interpretación y hasta un campeonato mundial de fútbol calle, en el que también ha participado la selección española de personas sin hogar organizada por la Fundación Rais.

En España, se está consolidando los últimos años la fecha del 20 de noviembre como el 'Día de las Personas Sin Hogar'. Durante este día se realizan diversas campañas para sensibilizar a la sociedad sobre la situación de estas personas.

Véase también: Rehabilitación psicosocial

Jóvenes, nuevo perfil de personas sin hogar [editar]

En los períodos 2004 y 2005 se llevó a cabo un estudio descriptivo de los usuarios del centro de Acogida e Inserción de Alicante, dónde se observa un incremento de la población en el intervalo del año 2003 al 2005 de la gente con edades comprendidas entre 18 y 30 años.

Durante el año 2004, 1686 personas hicieron uso de algún programa del centro, el 22.5% de la población era menor de 30 Años de edad. Durante el año 2005 esta cifra se eleva tanto en el número de personas atendidas (1816 individuos) como la cifra de jóvenes menores de 30 años, que asciende al 29.42%, de estos datos se observaron que prevalecía el hombre sobre la mujer con una diferencia de un 50%.

En las entrevistas de corte sanitario que se llevaron a cabo se pudo observar los siguientes problemas:

  • Conductas adictivas.
  • Salud Mental.
  • Inmigración.
  • Estilos de vida.
  • Familias desestructuradas.
  • Usuario sin redes de apoyo.

De una población de 347 personas entrevistadas en consulta de enfermería el 45.14% declaró tener problemas de conducta adictiva, siendo el 42.96% de esa población policonsumidora (consumo combinado de cocaina, opiáceos, benzodiazepinas, cannabis y/o alcohol).

El 15.75% de los entrevistados tenía algún problema de salud mental diagnosticado.

Sólo el 12.63% solicitó expresamente ayuda para cambiar estilos de vida.

Los datos se corresponden a otros estudios realizados en jóvenes sin hogar (Manolo Romero et al.2002)

Autopercepción de las enfermedades y Automedicación [editar]

Sobre el desconocimiento del perfil sanitario de las personas sin hogar y el uso que hacen de los recursos sanitario se recoge la siguiente información sobre un estudio realizado en Alicante sobre la automedicación en las personas sin hogar (muestra de 50 personas de edades comprendidas desde los 18 a los 65 años)donde el32.6% tomaba en el momento del estudio medicación analgésica sin prescricpción médica, de los cuales el 86.66% refería padecer alguna enfermedad que lo necesitara.

De las diversas partes del cuerpo refirieron haber padecido en algún momento de los últimos tres meses los siguientes dolores:

•El 42.6% le había sufrido cefaleas. •El 46.8% había sufrido dolor en miembros inferiores. •El 31.9% había sufrido dolor en la espalda (lumbalgias y cervicalgias) •Dolor abdominal el 19.1% •Otalgias y dolor en miembros superiores, el 14.9% cada uno. •El 12.8% sufría dolor de pecho. •El 31.9% sufrían otro tipo de dolores.

El 53.12% de la población va al médico para recetar medicación analgésica sin padecer patología alguna que lo requiera.

El 21.3% sufre dolores a diario y el 14.9% sufre dolores más de dos días a la semana. El 34% de la población nunca acude al médico para receta de medicación En situaciones de dolor el 63.9% refería tomar de una a cuatro pastillas al día. Siendo el 29.78% de la población que no acudía al médico a pesar de dolor persistente.

El 27.9% de la población encuestada acude una vez a la semana a la farmacia a comprar medicación, otro 14.9% acude una vez al mes.

El 80.9% de la población refiere no tener dificultad alguna para conseguir la medicación

El 31.9% ha tomado alguna vez alcohol con los medicamentos, sabiendo el 66.66% de esta gente que podría ser perjudicial para su salud.

Sólo el 42.6% de los encuestados piensan que los medicamentos analgésicos puedan tener efectos secundarios y el 40.4% piensa que el abuso pueda tener efectos perjudiciales en su cuerpo.

Existen pocos recursos en la actualidad que trabajen con esta población y ninguno de ellos son reconocidos como recursos oficiales sanitarios; situación que si se ofrece por ejemplo en el Reino Unido (Mistral, 2001) dónde la intervención sanitariacon la población sin hogar se da desde Atención Primaria. En el centro de acogida e inserción de personas sin hogar de Alicante podemos solventar muchos de los problemas mencionados anteriormente, tanto de apoyo a nivel asistencia -comida, alojamiento- como de ayuda íntegra para que las personas puedan salir de esa situación: talleres de empleo, apoyo al tratamiento de las conductas adictivas, talleres individuales y grupales educativos, seguimiento psicológico, social y sanitario,…

El carrito [editar]

Aparte del original uso de éstos, los carritos llegan a ser empleados por la gente marginada a causa de la pobreza para transportar y recolectar objetos para vender a bajo coste a modo de chatarra; también se han modificado con el fin de ayudar a gente sin vivienda en la ciudad. En forma que el carrito lleva un compartimiento en su parte superior o inferior, a modo de sarcófago, donde la persona sin hogar tiene guarida mientras duerme o mejora el clima; y también mantiene un lugar donde salvaguardar objetos de su propiedad.

Bibliografía [editar]

  • "Personas en situación de Calle: desafío pendiente para la política social en Chile". Felipe Estay e Ignacio Eissmann. Persona y Sociedad. Vol. XX, Abril. Santiago, 2006.
  • "Huéspedes del aire. Sociología de las personas sin hogar en Madrid". Pedro Cabrera. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 1988.
  • "Un despacho sin puertas. Trabajo de calle con personas sin hogar". Coord: José Manuel Caballol.
  • "A ciegas: milhistorias de la calle". Mónica Sánchez. Editan: Fundación RAIS y Obra Social Caja Madrid. Madrid, 2003.
  • "Un techo y un futuro. Buenas prácticas de intervención social con personas sin hogar". Autores: Cabrera, Pedro (Dir.) Graciela Malgesini, J. Antonio López. Edita: Icaria Editorial, s.a. Barcelona, 2002.
  • Jóvenes: nuevo perfil de personas sin hogar. Rodríguez Picazo, P, Gallar, M, Domínguez J.M, Lillo, M. CECOVA. Vol 49. Pag. 95-104. Mayo 2006.
  • * Cabrera, P (dir.), Graciela Malgesini,J,Lopez,A. Un techo y un futuro. Buenas prácticas de intervención social con personas sin hogar. Ed. Icaria, 2001.
  • Manolo Romero, Manuel Ramos, Joan Carles March, y cols. Perfil de los jóvenes sin hogar. Dificultades para la utilización de los servicios sociosanitarios y propuestas de mejora.. Enf Emerg 2002;4(1):14-23.
  •  
  • Gómez-Galán R, López MJ, Gallego MJ. Jóvenes y uso de drogas en un área de salud de Extremadura. Metas de Enfermería oct 2003; 6(8): 06-10
  • * Los adolescentes: El alcohol y otras drogas. Nº3 (Revisado Julio 2004).American Academy of child and adolescent psichiatry.
  • Mistral,W y Hollingworth, M. El enfermero del equipo de metadona supervisada y realojamiento: un enfoque eficaz con indigentes dependientes de opiaceos. Int. Nursing Rev 48(2):121-128

Referencias [editar]

Cause/Topic: 
Faith (for Content):